El yen reportó una apreciación de 2% frente al dólar tras haber superado las 160 unidades por dólar.

Este cambio ocurrió tan solo horas después de que la moneda japonesa cayera a este nivel por primera vez en 34 años. Analistas sospechan que el gobierno monetario intervino para prevenir, aunque no se ha confirmado lo que añade a la inestabilidad de la divisa.

Un yen débil beneficia a la facturación en el extranjero de las empresas japonesas, que ven infladas sus remesas al repatriarlas y mejora la competitividad de sus productos, pero también repercute negativamente en las cuentas nacionales al encarecer las importaciones en un país altamente dependiente de ellas.

(AGGN)